Señor Director:

"El contenido de la carta del teniente general Martín A. Balza, publicada por La Nación el 21/9, me resulta francamente inexplicable.

"Es inexplicable que si él considera que no es ético ni oportuno polemizar públicamente conmigo, sin embargo polemice. No habría polémica si él no hubiera tomado la iniciativa refiriéndose a libros editados por el Círculo Militar y a su presidente.

"Es inexplicable que amplíe la polémica pública al contraponer su posición con la mía, ciertamente divergente en muchos aspectos.

Siempre hice conocer públicamente mi posición muy clara, sin acomodarla a cada tiempo ni silenciarla, desde los lejanos años cincuenta jamás defendí ninguna inmoralidad ni adherí a la defensa hipócrita de los derechos humanos. Esos derechos merecen todo mi respeto.

"Es inexplicable la contradicción entre sus críticas actuales y la posición que sostuvo en marzo de 1987 cuando era coronel, miembro de la Comisión Directiva del Círculo Militar. Pocos meses después renunció por alejarse de la Capital Federal al ser nombrado comandante de la Brigada VI en Neuquén.

Transcribo parte de esa solicitada que se tituló: Reivindicación Moral de la Victoria Lograda (las mayúsculas son de la solicitada):

"«I. La subversión desencadenó la guerra y la tiñó de terror. Fue derrotada y salvada la república porque las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad y Policiales, en cumplimiento del artículo 21 de la Carta Magna y de decretos emanados del Gobierno nacional, realizaron operaciones bélicas contra la subversión dentro del marco de una guerra revolucionaria. En un trastrocamiento intencionado sus defensores victoriosos son ahora perseguidos, difamados y hasta se les niega el derecho a la dignidad».

"«II. Un juicio cargado de connotaciones políticas caracteriza el procesamiento de nuestros hombres...»

"«III. El Círculo Militar siempre escuchó el mandato que, desde el fondo de los tiempos, le indica el camino del honor, del deber y de la camaradería. Ese mandato nos lleva a sentirnos estrechamente solidarios con quienes han sido, están siendo y serán juzgados. Ellos sienten el escarnio por haber actuado en una guerra justa en la que todos fuimos actores. En estos sentimientos estamos, militares en actividad y en retiro, estrechamente unidos...»

"«IV. Con este sentir, y ante la eventual pérdida del estado militar de nuestros socios como consecuencia de haber actuado como soldados en la guerra contra la subversión, la Comisión Directiva por unanimidad ha resuelto...»

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