El día 2 de diciembre de 1999 integrará una página notable en la lista de nuestras vergüenzas y despropósitos nacionales. Un diputado electo, representante federal del pueblo tucumano ante el Congreso Nacional, el General retirado Domingo Antonio Bussi y más de cien mil ciudadanos tucumanos que lo eligieron - sus mandatarios - han visto burdamente vulnerados sus derechos básicos por otros diputados nacionales, en una sesión digna de 1984 de Orwell.

El episodio es una momentánea victoria a lo Pirro de los diputados integrantes de las corrientes de izquierda marxista y afines, impulsados por el vicepresidente electo de la Nación y acompañados por la complicidad, oportunismo y falta de coraje cívico de todos los demás diputados menos dos. Decimos victoria a lo Pirro porque hoy hemos perdido todos como comunidad política organizada.

El caso es por demás claro, en los 20 años transcurridos desde el final de la guerra civil de los 70' Bussi fue elegido sucesivamente diputado provincial, nacional y gobernador de Tucumán, sin que ser objetado como ahora. Tampoco durante el periodo de tachas para esta elección.

El único hecho nuevo a su actuación en esa guerra son las acusaciones por presunto enriquecimiento ilícito que se sustancian ante la Justicia, en las cuales no ha sido procesado aun y en caso de serlo, corresponderá al juez pedir su desafuero, que recién así originaría un juicio político en el Congreso. Desconocemos el caso y sus presuntas inocencia o culpabilidad, pero el tema está donde corresponde; de ser culpable le corresponderá el peso de la ley como a cualquier político de cualquier sector, no tomamos partido al respecto.

Las otras dos acusaciones esgrimidas son falaces e inconducentes. La de haber afectado a derechos humanos está descartada por leyes del Congreso de la década de los 80' que los congresistas deben obviamente respetar dando ejemplo alguna vez y menos discursos; la de estar relacionado Bussi con el robo de menores por ser de una falsedad absoluta y deliberada, según detallaremos en nota separada con fundamentos y datos completos.

Este culto personaje mediático, politólogo como llaman ahora a los comentaristas políticos, estuvo la mayoría de su carrera claramente enrolado en sectores nacionalistas moderados social cristianos, siendo liberal en lo económico y muy afín con las Fuerzas Armadas. Alcanzó fama como segundo del programa de Neustadt, pero sufrió una repentina y sospechosa metamorfosis en sus ideas cuando asume el primer gobierno de Menem, oportunidad en que rompe su sociedad y sale al aire independientemente con Hora Clave. Fuentes no confirmadas insinúan que está al servicio de grupos de la social democracia estadounidense, como formador de opinión dirigida, al igual que Verbitsky.

Normalmente lleva a sus programas a ambos sectores del litigio de turno, pero termina siendo evidente su parcialidad hacia los sectores de izquierda, en la administración de los tiempos, en permitir sus tácticas de barricada de interrumpir al contrincante continuamente, en el manejo de las cámaras y en sus "oportunas y casuales interrupciones" con el pretexto más fútil cada vez que el debate va mal para sus zurdos preferidos.

Lo de hace unas horas rozó la alevosía. Estaban por un lado los profesionales de la militancia de barricada, Alfredo Bravo , Lázara y Majul; estos se despacharon a gusto hablando largamente a satisfacción, en ese orden, ante el silencio respetuoso y la mirada atenta de los demás integrantes del panel, los señores Coronel retirado abogado Premoli y los abogados Igounet y Florencio Varela, de ideas conocidamente opuestas a los tres primeros.

Expresaron mil argumentos apocalípticos intentando justificar el atropello a Bussi, destacándose Majul por su extrema agresividad e insolencia.

Ante la prolongada perorata los doctores Igounet y Premoli intentaron educadamente entablar dialogo, siendo de inmediato interrumpidos sistemáticamente por la voz profunda y engolada de Lazara y los casi chillidos guarangos de Bravo, un hombre evidentemente trastornado por un rencor que lo anula. Grondona miraba el juego con una sonrisa complaciente sin intervenir y finalmente interrumpió para un corte. Todos pensamos que luego de él daría la palabra a la otra parte, pero no, los descolocó pasando a exhibir fuera de contexto una grabación de la sociedad creada con el Corrieri de la Sera.

Luego de un nuevo corte intentaron los abogados ejercer su derecho a la palabra, pero fue inútil, con la mayor mala educación eran interrumpidos y desequilibrados por los izquierdistas, hasta burlados con risas a la cuales se plegó el mismo Grondona. A la activista de Abuelas Sra. de Carlotto, Grondona le concedió un largo y complaciente dialogo personal aparte, por nadie interrumpido; luego le tocó igual método a Patti en otra mesa, el cual inmediatamente fue interrumpido guarangamente por Majul.

Cuando llamó por teléfono el hijo de Bussi , tomando unos segundos la palabra, fue agredido por la mal educada interrupción de Majul a grito pelado y la impaciencia de Grondona por sacarlo del aire con aires de fastidio.

En dos momentos clave el mismo Grondona les quitó la palabra alevosamente, al ser evidentemente temas "tabu"que el público "no debía escuchar". Una cuando el doctor Premoli empezó a exponer hechos concretos, tales como que Bussi solo estaba acusado de dos casos de robos de menores de 1976 y 77, ambos desechados por Bagnasco por falta total de prueba alguna y que otros dos casos correspondían al gobierno peronista de 1975 cuando Bussi no estaba aun en funciones; la otra fue cuando el doctor Florencio Varela, hasta entonces educadamente callado, comenzó a exponer que gran parte de los muertos y desaparecidos de Tucumán correspondían al Operativo Independencia de 1975, con gobierno peronista y General Acdel Vilas.

Las pocas veces que conseguían la palabra eran burlados por la cámaras, que enfocaban a los otros, los cuales conocedores de ello hacían las consabidas morisquetas de negación o burla. Ni el mismo Goebbels hubiera cumplido mejor la triste faena y todo ello para justificar que ayer fue vulnerada la Constitución de los Argentinos.

Regreso directo a la página índice principal >>>>