"He leído con suma alegría el editorial del 28/9, donde con acertado énfasis fustiga al guerrillero marxista de las FARC, infiltrado en el país, tratando de encontrar cómplices para su causa.

"Estos son los mismos que debimos sufrir nosotros, que no pueden acceder al poder por las urnas y buscan la lucha armada para lograr sus objetivos.

"Nada dice de los intentos de pacificación encarados por el gobierno de su país, libremente elegido, porque no quieren pacificación alguna, pues viven de la sangre de sus propios hermanos y con los fondos provenientes de la droga con que envenenan al mundo.

"Este proceder ya es conocido en América, su gastado verso no convence a nadie y con perimido lenguaje pretenden engañar a incautos soñadores idealistas.

"Poder encontrar artículos como el mencionado reconforta el espíritu republicano."

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