
"FORO DE LA VERDAD HISTÓRICA"

"Informe de la Causa judicial por el
presunto plan sistemático de apropiación de menores, una operación política contra las
Fuerzas Armadas"
'Separata Nro. 5'
(actualizada al 22
de mayo del 2002)
"Un análisis detallado de los 66 niños presuntamente
robados y localizados por el grupo activista de las Abuelas, con las pruebas de sus
falsedades"
Introducción
Haremos esta introducción antes de encarar el Análisis, para ubicarlo
en el contexto completo de la causa judicial por un presunto 'plan sistemático de
apropiación de menores' y enlazarlo con lo ya tratado en las cuatro primeras separatas de
este Informe, que es ineludiblemente dinámico.
1 - Resumen de lo ya expuesto en el trabajo.
En 1984 la comisión CONADEP recibió denuncias posteriormente
transferidas a diversos juzgados y a la Cámara Federal de Buenos Aires, a cargo del
juicio a los ex Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas (Causa 13/84, donde se juzgó
'al sistema' con el cual se combatió).
Entre tales denuncias habían unos 180 presuntos casos de niños
robados, que en realidad comprendían a aproximadamente 140 mujeres supuestamente
embarazadas al ser apresadas y los 40 restantes a niños menores de 10 años. También
fueron transferidas a la Causa 13 y en paralelo, a los jueces federales o de instrucción
correspondientes a la jurisdicción de cada hecho puntual.
Como es público, hasta hoy en solo unos 12 de esos casos puntuales los
jueces comprobaron apropiaciones de niños y ya han aplicado la ley. Al respecto conviene
resaltar tres circunstancias:
Ninguno de los jueces intervinientes en los 12
casos, como así tampoco en los restantes no comprobados, dictaminó que formaran parte de
plan sistemático alguno. Tanto es así que el juez Bagnasco no los considera en su actual
causa.
En solo 2 de los 12 casos los apropiadores
fueron miembros de las FFAA.
Esa reducida cantidad no puede ser indicio de
un plan sistemático, en una guerra que duró años, con 8.500 muertos y desaparecidos
denunciados con sus datos identificatorios. De ellos casi la mitad - unas 4000 - eran
mujeres; haciendo los cálculos más conservadores se infiere que al menos 2000, la mitad
de ellas, estarían casadas o en pareja, y a su vez una mitad de ese número tendría como
mínimo un hijo o estarían embarazadas. Se deduce que hubo al menos unos 1.000 hijos
huérfanos y obviamente no robados.
En la causa 13, partiendo de las mencionadas denuncias ante la
CONADEP, se concluyó "que no hubo una acción sistemática para apropiarse de hijos
de detenidos" y los fiscales retiraron la acusación al respecto. Hasta
1996, por lo actuado en la CONADEP, Causa 13 y decenas de jueces individuales, estaba
claro que solo hubieron habido unas pocas apropiaciones aisladas no sistemáticas, en el
contexto de la larga guerra civil, con 'operaciones militares encubiertas' contra
'organizaciones terroristas clandestinas'.
A principios de 1996, las activistas de Abuelas comenzaron una campaña
de prensa y agitación, con inocultable apoyo desde la Subsecretaría de DDHH Nacional,
manifestando falazmente que tenían nuevas pruebas que indicarían el robo de "más
de 500 niños" hijos de desaparecidos.
A poco andar la campaña redujeron mágicamente tal número a "240
niños", tomando datos de viejas denuncias de archivos CONADEP, y como veremos,
solo denunciaron formalmente aun menos, tan solo 194. Son los viejos 180 casos de la
CONADEP - en su mayoría solo presuntas embarazadas - aumentados apenas en 14 más en 16
años.
A fines de 1996 el juzgado federal del Dr. Bagnasco inició su causa,
una verdadera repetición de la Causa 13 y de las antiguas causas puntuales en curso; es
más, se basa en un 99% en las mismas acusaciones y testigos presentados ante la CONADEP y
Causa 13. Los pocos testigos nuevos - conocidos agitadores - son por demás falaces y
desconfiables, según se expuso en la Separata 1.
Luego de más de dos años con pocos trámites valederos y mucha
prensa, en enero de 1999 el juez Bagnasco procesó a varios oficiales por
esos 194 presuntos casos que a su entender representaban un 'plan sistemático'.
Pero luego de la correspondiente apelación, a fines del 99 dicho
auto de procesamiento fue totalmente anulado por la Cámara Federal, la cual expresó
textualmente los siguientes motivos: "una total ligereza en la fundamentación de
los casos y las probanzas" por parte del juzgado.
En el segundo procesamiento, dispuesto en escasos días sin mayores
trámites y sin nuevas evidencias, el juzgado redujo bruscamente el número de casos
inculpados a solo 34 en toda esa guerra. Barrió así de un plumazo 160 casos
por los cuales había procesado, sin justificar tal cambio con una sola palabra en el
expediente.
Este segundo auto fue apelado y luego de largos meses a consideración,
en julio del 2000 la Cámara Federal de Buenos Aires confirmó los procesamientos, pero reduciendo
nuevamente el total, de 34 a solo 22 casos hoy remanentes. Por demás extraño plan
sistemático con tan escuálidos números, que aun deben ser probados además.
Comenzaron en 1996 presentándole al público inadvertido 500 casos,
pronto reducidos a 240; arribados al tribunal solo denunciaron 194, luego reducidos a 34 y
de los cuales solo quedan hoy 22 en proceso.
Según se demostró en la Separata 1, los 34 casos carecían de
evidencias serias, calificación que es extensible a los 22 de ellos aun remanentes.
Como contrapartida, en la Separata 2 se detallan los al menos
227 casos plenamente probados de menores devueltos por las FFAA. El contraste entre
estos números es por demás elocuente.
Finalmente:
- no se ha encontrado evidencia alguna
de tan solo un caso de menores vendidos por las
FFAA , como acusaba irresponsablemente el grupo Abuelas ,
- tampoco
de presuntas 'listas de espera' de familias militares sin hijos y
- menos
de que hubiera existido tal plan sistemático, en forma escrita o por ordenes
verbales.
- Por el contrario
, en las Separatas 3 y 4 se exponen pruebas documentales
contundentes, incorporadas a la causa, como la Orden de Operaciones del
Comandante de la Zona 1 de 1977, que disponía la devolución de todo menor y como
hacerlo, avalada en su autenticidad por los Fiscales Moreno Ocampo y Strassera en la Causa
13.
- más una orden similar
del Ministerio del Interior a la Policía Federal.
2 - Aparición en paralelo del tema de los 66
niños alegadamente robados, que las Abuelas activistas pregonan falazmente en los medios
como localizados y recuperados por ellas.
Desde los comienzos de la causa Bagnasco, el grupo de las Abuelas
desplegó en los medios una intensa acción de propaganda de acompañamiento sobre la
opinión pública, contando con la evidente colaboración de las autoridades entonces a
cargo de la Subsecretaría de DDHH - miembros del grupo activista H.I.J.O.S son empleados
públicos allí, por ejemplo Claudia Carlotto - a lo cual se sumaron las frecuentes
apariciones mediáticas del Juez y del Fiscal Freiler.
En paralelo a esa campaña - que se apoyaba en la causa y
giraba alrededor de aquellos 194 casos denunciados, hoy reducidos a 22 - desde 1998 las
activistas instalaron en la sociedad otro tema, una suerte de telenovela por
entregas, con falsos mensajes, donde plantean sucesivos hallazgos propios de una labor
casi detectivesca, adjudicándose a troche y moche la ubicación y recuperación de niños
robados.
En tal camino, comenzaron en 1996 manejando números cercanos a
40 niños hallados y los fueron aumentando hasta llegar a los 64 que declaran a la
fecha. Desde un principio
llamó la atención de algunos abogados defensores
que:
- La mayoría de esos presuntos "localizados" no son denunciados en la causa
Bagnasco,
- tampoco se hacen acusaciones formales en otros juzgados como causas individuales y
- no mencionan procesos judiciales en curso por ellos.
En la misma línea, en enero de 1999 se detectó que los
primeros 40 niños cuya "localización y recuperación" se adjudicaban - y pese
a ser parte de la lista de los famosos 194 incorporados a la Causa en 1998 por el
"denunciante" D'Andrea Mohr y profusamente publicada - sorpresivamente no
eran incluidos por el juzgado en el primer procesamiento, pero se mantenía el
mediáticamente promocionado número de 194.
Al cotejar tal lista y el mencionado auto de procesamiento, quedó claro que en este último, esos 40 fueron
reemplazados por igual número de otros casos extraídos por el juzgado de archivos
CONADEP, casos que ni el mismo D'Andrea había
mencionado por no poseer las menores evidencias. Eran los que, sumados a los 194
denunciados, cerraban las cifras de aproximadamente 240 mencionadas inicialmente por las
activistas al comienzo de su campaña.
Se mantuvo así - casualidad ? - el promocionado "número mágico" de 194 casos, pero solo por un tiempo más. Todos esos reemplazos de último
momento, sin excepción, cayeron como castillo de naipes al anularse ese primer acto
procesal, como parte de los 160 casos eliminados de un plumazo.
Arreciaron entonces las sospechas de que los 40 reemplazados fueran
niños devueltos,
junto con algunos casos más y
ajenos a la apropiación ilegal. En muchos de ellos, el mismo denunciante D'Andrea Mohr
agregaba en su presentación testimonial leyendas tipo: "localizados en tal año,
la justicia decidió que sigan viviendo con los adoptantes de buena fe, decidieron seguir
viviendo con la familia adoptante legal, etc. ". Tal panorama no lucía
como de robos precisamente.
El mero objetivo de propaganda y activismo de las acciones de estas
mujeres y del mencionado denunciante que para ellas trabaja, más la casi compulsión del
diario Página 12 en agredir a las FFAA, fueron irónicamente el mejor aliado de las
defensas de los militares
:
proveyeron información invalorable, evidenciando burdas contradicciones en sus datos,
descubriendo la trampa informativa y como la querella "construía la causa".
En febrero próximo pasado, cuando se publicaron la primeras cuatro
Separatas de este trabajo, las activistas reaccionaron mal y con un pié en falso ante
la pérdida de la iniciativa, por primera vez no eran impunes en sus acciones.
Acumulando errores salieron al aire en varios medios, alegando a la
defensiva que "no son solo 12 los niños robados, que ellas ya descubrieron otros
64 robados", como queriendo compensar el bochorno ante las públicas pruebas
objetivas y documentadas de sus falacias, sobretodo ante los datos de al menos 204 niños
devueltos por las FFAA.
Pero el golpe final sobre sus falsedades provino insólitamente de
ellas mismas, en diciembre de 1999, al publicar una nueva edición de su libro
- base del análisis de esta nueva 5ta. Separata. Allí sí dicen
la verdad, pese a su eufemística y malintencionada redacción, se desmienten pública
y documentadamente sobre sus famosos 64 casos, que en realidad suman 66 según veremos.
La Verdad Histórica - esencia del nombre de este Foro - está de
nuestro lado; no brindamos datos falsos a la ciudadanía ni a la Justicia y allí reside
nuestra verdadera fuerza, de índole exclusivamente moral.
Del análisis que sigue de esos 66 casos, surgirá meridianamente claro
que:
- 12 de ellos son los ya demostradamente robados y
- todos los demás son niños devueltos
por las FFAA o caen en otras situaciones particulares.
Les será difícil desmentir nuestra palabra, porque nuestros testigos
son ellas mismas, y las evidencias están en su libro. Su credibilidad está
irremediablemente perdida.
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Análisis
de los 66 casos de menores localizados, hecho principalmente sobre los datos del libro del
grupo abuelas.
Las descripciones completas de cada uno de los 66 casos están al final
de esta separata, agrupados en las Cuadros 1 al 6 según sendas situaciones
básicas.
Como metodología de análisis
comenzaremos
por brindar los principales rasgos del conjunto, pasando luego a comentar los aspectos
más importantes y dejando los detalles a la lectura directa de los cuadros, con los datos
inéditos y por demás ilustrativos que las mismas activistas han brindado en su libro.
De las seis situaciones básicas surgen los siguientes datos
principales:
Cuadros |
Situaciones básicas |
Cantidad
y % |
Cuadro 1 |
Niños comprobadamente
devueltos a sus familiares o entregados a la Justicia de Menores por las
F.F.A.A. |
29 niños
(44 %) |
Cuadro 2 |
Casos puntuales
de niños comprobadamente apropiados por miembros de las FFAA o Policiales. |
12 niños
(18 %) |
Cuadro 3 |
Casos de niños
apropiados ilegalmente por otros compañeros de militancia terrorista o vecinos. |
6 niños
(9 %) |
Cuadro 4 |
Niños
desamparados que estuvieron desaparecidos sin haberse configurado robos, como
producto de situaciones anormales de diversos tipos (crisis matrimoniales, padres
fugados al exterior sin avisar a la familia, casos poco claros, etc.). |
11 niños
(17 %) |
Cuadro 5 |
Casos de cuerpos
N.N. identificados de mujeres aun embarazadas al morir en tiroteos, no entrando
obviamente en la clasificación de niños robados y/o localizados. |
6 mujeres
(9 %) |
Cuadro 6 |
Caso de dos
niños muertos en un mismo tiroteo. |
2
(3 %) |
Total: 66 casos |
A continuación se analizarán cada uno de los recién Cuadros mencionados.
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Según se detalla
en el Cuadro 1 , 29 de los 66 casos corresponden a niños comprobadamente devueltos a
sus familiares o entregados por las Fuerzas Armadas a la Justicia de Menores.
De estos 29 casos surgen las siguientes conclusiones:
- La Justicia en cada caso adoptó diferentes soluciones como es norma ante menores en
desamparo, disponiendo su guarda por familiares o personas idóneas, en oportunidades
confirmando luego la adopción legal.
En
19 de estos 29 casos, los involucrados permanecieron con las familias adoptantes, en 9
volvieron con la biológica y 1 falleció por enfermedad incurable congénita, en un
hospital y bajo guarda legal judicial.
- Salvo en uno de los 29 casos
, no se conoce que hallan realizado juicios por
apropiación ilegal; todos se aclararon entre pocos días del hecho y 1986, excepto dos
que lo fueron a principios de los 90'.
Años después (1998) D'Andrea Mohr trabajó con los archivos de las Abuelas
y de la ex CONADEP (depositados en la Subsecretaría de DDHH), recabando datos para
presentarse como testigo y sin embargo
testimonió estos 29 casos en 1998 ante el juez Bagnasco como presuntos robos por
militares; ya se sabia que no era así, en consecuencia, habría incurrido en 29 falsos
testimonios.
Merece un comentario aparte el conocido caso de Ximena Vicario, quien recién nacida fue entregada a una Casa Cuna
por las FFAA acorde a la ley. Luego fue allí
apropiada e ilegalmente registrada como propia por una enfermera del lugar. Esto quedó
claro en el juicio que dispuso su restitución, no hay militares procesados ni acusación
de plan sistemático alguno. Fue
entregada legalmente, siendo el robo independiente y posterior a los sucesos militares.
- En el caso
Sebastián Rosenfeld Marcuzzo (o Mancuzzo) el bebé fue entregado
rápida y directamente a su abuela materna en Mar del Plata, a días de nacer en 1978, pero
las Abuelas inicialmente denunciaron el caso como de "localización y recuperación
en 1983". Ahora aclaran que ellas lo encontraron para los abuelos paternos,
"quienes no ubicaban a los maternos"
o sea representaron una especie de gestoría de problemas domésticos
entre familias, algo muy diferente a "localizar y recuperar niños robados". Es palmaria su mala fe en la presentación del tema al público y a
la justicia.
Un caso paradigmático, para evidenciar el descarnado aprovechamiento político del
drama de los niños huérfanos de guerra, es el de
Emiliano Ginés, cuyos padres mueren en un tiroteo al allanar el domicilio. El bebé tenía síndrome de Dawn agudo desde su
nacimiento y es entregado por las FFAA al Juez de Menores, quien dispone internarlo en un
hospital, adonde fallece diez meses después por esa enfermedad. La Abuelas habían presentado primero el caso como "un
asesinato" del menor, luego intentaron instalar mediáticamente la idea de posible
mala praxis y ahora en el libro insinúan vaporosamente que ese mal incurable "se
agravó por descuidos médicos". Por supuesto no mencionan causa judicial al respecto, no siendo
creíbles en absoluto.
El origen, denominador común y factor desencadenante del drama de los niños huérfanos
en desamparo, fue sin duda la criminal actividad terrorista de sus padres, con quienes eran llevados a vivir clandestinamente y
sometidos a los riesgos y tensiones más extremas a sus cortas edades. Muy
avieso el pretender equívocamente dar el vuelta el argumento, echando las culpas a los
militares y policías que debieron jugar sus vidas para detener las salvajadas de los
irresponsables padres. Interesante
preguntarnos que cuota de esa irresponsabilidad le cabe además a las que hoy se presentan
como dolientes abuelas, las madres de los entonces terroristas, no pocas de las cuales reivindican abiertamente las tropelías de
esos hijos. Muy bien se cuidan, por otra parte, de demostrar el menor dolor por los huérfanos de
las víctimas del terrorismo revolucionario, jamás lo han hecho.
*******************
Según el Cuadro 2 , 12 de los 66 casos son los más que conocidos y relativamente pocos casos puntuales de
menores comprobadamente apropiados por miembros de las FFAA o Policiales.
De estos 12 casos surgen los siguientes comentarios
:
En solo 2 de los 12 casos los apropiadores responsables directos fueron militares.
- Son los únicos 12 casos hasta hoy probados
en toda una guerra de años de
duración, difícil esgrimir ese número como la evidencia de una acción sistemática y
es sabida la falta de otras evidencias de tan absurdo presunto plan.
- Ninguno de los jueces intervinientes
en los 12 casos dictaminó que formaran parte
de plan sistemático alguno.
- El juez Bagnasco no los considera
en su actual causa sobre un presunto plan
sistemático.
- No se han incluido un par de casos más
de aparentes inscripciones ilegales, por no
haberse aun comprobado que los niños fueran hijos de desaparecidos. Debe tenerse en
cuenta que el lento sistema de adopciones - particularmente en esos años - ha
fomentado durante décadas el negocio de la inscripción directa y como propios de niños
cedidos o robados, con miles de casos totalmente ajenos a la guerra contra el terrorismo;
es más, sigue ocurriendo a la fecha el problema, como es público y notorio.
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Según el Cuadro 3, 6 de los 66 casos corresponden menores apropiados ilegalmente por
otros compañeros de militancia terrorista o vecinos, no entrando evidentemente en la
clasificación de menores robados por las FFAA y/o localizados por las Abuelas.
De estos 6 casos surgen los siguientes comentarios
:
En 4 de los 6 casos (Garbarino, Spoturno,
Moscato y Hernandez Hobbas) fueron
apropiados ilegalmente por otros compañeros de militancia. Llama mucho la atención que no haya causas judiciales por
estos delitos - algunas hasta con transporte al exterior - hecha por aparentes militantes;
es evidente que la Abuelas solo
denunciaron formalmente apropiaciones
ilegales cuando supusieron que involucraban a las FFAA y las omitieron cuando esos delitos fueron cometidos por terroristas.
- El juez Bagnasco no procesa por estos casos
en
la investigación del presunto plan
sistemático de apropiación de
menores, lo cual llama la atención y crea un interrogante:
aparentemente tendría el libro de las Abuelas incorporado al
expediente, por lo cual
debería tal vez haber actuado de oficio.
En 2 de los 6 casos (Arce y Scaccheri) fueron
apropiados ilegalmente por vecinos sin que se involucre a las FFAA, pero solo en el
segundo caso intervino la justicia; es sospechoso que no haya actuado en el caso Arce.
fueron presentados bajo
testimonio por D'Andrea Mohr como presuntos robos por militares; ya se sabia que no era así, en consecuencia,
acumula hasta aquí en este análisis 33 posibles falsos testimonios.
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Según el Cuadro 4
, 11 de los 66 casos
corresponden a niños que estuvieron desaparecidos sin haberse configurado robos, como
producto de situaciones anormales de diversos tipo (crisis matrimoniales, fugados al
exterior sin avisar a la familia, casos poco claros, etc.).
De estos 11 casos surgen las siguientes conclusiones:
- 7 de los 11 casos corresponden a situaciones poco claras
, con informaciones muy escuetas y sin datos sobre apropiaciones
ilegales de los niños por las FFAA (casos García Hernandez, Gatica, Catnich, Villanueva,
Alvarez, Abdala y Gallo). No mencionan en ninguno de ellos - ni se conoce por
otras fuentes - sobre la apertura de causas judiciales puntuales por apropiación ilegal y
el juez Bagnasco no procesa por ninguno en la investigación del presunto plan
sistemático.
En 3 de esos 7 casos habrían permanecido con la
familia con la cual se los encontró.
En 5 de estos 7 casos D'Andrea Mohr testimonió
en 1998 ante el juez Bagnasco como
robos por militares del Proceso, pese a que ya se sabia
que no era así
En 1 de los 11 casos (Gallardo) jamás estuvieron desaparecidas la madre ni la
niña. Recibieron denuncia de los familiares y
luego en 1987 se comprobó que la
desaparición de ambos se debió exclusivamente a problemas familiares, habiéndose perdido su rastro desde 1976. Sin embargo
D'Andrea Mohr testimonió esto en 1998 ante el juez Bagnasco como robo por militares del
Proceso, once años después de haber quedado claro el tema.
En 3 de los 11 casos (hermanos Fuentes Alcober) jamás estuvieron desaparecidos, ni la madre ni
los tres niños, se trata solo de un tío
que perdió contacto con ellos al desaparecer el marido de ella en 1976. En 1994
reaparecen para el tío. En el
colmo de la especulación y mala fe, las Abuelas dicen que "la familia estuvo
separada por el temor del terrorismo de estado" (sic). Parece que tal mentado terrorismo subsistió
durante el gobierno de Alfonsín y hasta el fin del primero de Menem; evidentemente es
difícil montar una larga cadena de infundios si caer en las contradicciones más
flagrantes y en casos, como este, en el ridículo. Pese a lo
dicho, D'Andrea Mohr testimonió esto en 1998 ante el juez Bagnasco como robo por
militares del Proceso, 4 años después.
Totalizando los datos, 9 de estos 11 casos, fueron presentados bajo testimonio años
después - en 1998 - ante el juez Bagnasco por D'Andrea Mohr como presuntos robos por
militares; en consecuencia, el
sujeto habría incurrido en más falsos testimonios y acumula hasta aquí en este
análisis un total de 42.
(Scaccheri) fue localizada la menor en 1985, apropiada
ilegalmente por un vecino del lugar donde vivía al ser capturada la madre, el cual la
inscribió como hija propia. Fue llevado a juicio
en el Juzgado C.C. 3 de La Plata en la causa 8291 y el juez en la sentencia no establece que el hecho sea parte de plan
sistemática alguno, ni hace cargos de complicidad a integrantes de las FFAA; el juez
Bagnasco no procesa por el caso en su causa.
*******************
Según el Cuadro 5 , 6 de los 66 casos corresponden al hallazgo e identificación de cuerpos N.N. de mujeres aun
embarazadas al morir, no entrando obviamente en la clasificación de menores robados y/o
localizados.
De estos 6 casos surgen las siguientes conclusiones:
- Constituyen nuevas evidencias de mala fe
en el
uso de los menores para la propaganda y agitación política, llegando aquí a lo macabro.
- En varios de estos seis casos reconocen
que las
mujeres embarazadas cayeron muertas en tiroteos durante el intento de captura por las
FFAA., pese a ello y como norma
rígida de propaganda los mencionan impávidamente
como "asesinatos".
- Tampoco refieren
que en muchos casos y ante la
instancia de la captura, los
terroristas se suicidaban con pastillas de cianuro, que les eran repartidas masivamente a
tales efectos a todos los miembros por su Servicio
de Sanidad, por expresa decisión de los cabecillas de la conducción. Sin duda muchas mujeres embarazadas murieron de
esa horrible forma, de lo cual las Abuelas evitan hablar.
- Siendo la causa del juzgado de Bagnasco dirigida únicamente a un presunto plan
sistemático, de "apropiación ilegal y cambio de identidad de niños menores de 10
años capturados con sus padres o nacidos en prisión", es más que evidente la desconexión de ese objetivo con el caso de mujeres embarazadas muertas en
enfrentamientos. Pero hay una
razón que explica su inclusión en el tema e
inclusive su denuncia en la causa: necesitan
desesperadamente abultar los números, para hacer al menos creíble la absurda teoría del
plan. El juez Bagnasco obviamente no procesó por
estos seis casos.
- Estos 6 casos también fueron presentados bajo testimonio por D'Andrea Mohr como
presuntos robos por militares; en
consecuencia, acumula hasta aquí en este análisis un total de 48 posibles falsos
testimonios.
*******************
Según el Cuadro 6
, 2 de los 66 casos corresponden al incidente de dos menores muertos accidentalmente en un
mismo tiroteo al allanarse su domicilio, no entrando evidentemente en la clasificación de
menores robados y/o localizados.
De caso surgen los siguientes comentarios
:
El Gpo. Abuelas presenta falazmente el episodio,
presentándolo como el de dos "niños asesinados" juntos por sus padres, en
ocasión del asalto a su casa en San Isidro por fuerzas policiales y militares el 4 de
septiembre de 1976.
Es otra deformación propagandística y muestra de mala fe, los padres y los dos menores fueron muertos en un tiroteo
nocturno famoso en la época , durante un allanamiento en San Isidro, con empleo de
granadas de mano, cazabobos y lanza cohetes por los terroristas y las fuerzas legales.
Habrían habido otros tres terroristas más también muertos, aparte de sus padres.
A requerimiento de las fuerzas armadas intervinientes, los padres accedieron a dejar salir de la casa a los dos menores;
pero cuando salían a la vereda y un suboficial se acercaba a ellos, los otros terroristas
abrieron fuego y los menores murieron en la reanudación del tiroteo.
Obviamente no han localizado a ningún menor robado. El episodio fue solo una desgracia
y la responsabilidad recae sin duda en las acciones de sus padres. El juez Bagnasco no procesa por este caso en la investigación
del presunto plan sistemático.
*******************
CONCLUSIONES GENERALES FINALES:
- El gpo. Abuelas sobreactua su participación en los 66 casos
,
en muchos de ellos no actuaron ellas en la localización sino otras
personas, en varios fueron entregados de inmediato a la familia legal.
- El factor determinante del desamparo de los niños
fue la vida clandestina de sus padres como militantes terroristas.
- La conducta de estas mujeres que de aquí surge, contradice la elaborada imagen de
simples y dolientes abuelas buscando nietos robados.
Es notable su constancia para deformar los hechos, hasta mediante
una continua manipulación del lenguaje; sus hijos terroristas, aun los claramente caídos
en públicos combates frente a decenas de testigos, son según su jerga
"asesinados".
Califican de robo a todo, aun a los muchos casos
de menores entregados a los jueces acorde a la ley.
- Como contrapartida, en los casos de niños apropiados por compinches militantes
, puestos a su nombre ocultando la acción a los mismos abuelos
y llevándoselos al exterior por más de una década, los denominan hipócritamente como "acciones
para preservarlos del terrorismo de estado...".
El poco espontaneo "denunciante" de las Abuelas, D'Andrea Mohr, acumularía unos 48 posibles falsos testimonios, en su presentación
ante el juez Bagnasco a mediados de 1998, presentando
un listado de 194 presuntos robos de niños, que además publicó en el diario Página 12
y sigue a la fecha publicando en un sitio de Internet.
Queda muy poco que agregar a lo que surge de la
lectura de los Cuadros anexados, con los detalles de cada caso.
Fuentes:
Libro "Niños
desaparecidos - Jóvenes localizados - En la Argentina desde 1976 a 1999".
Edición de diciembre de 1999. Publicado por el grupo de las Abuelas.
ANEXOS:
Ver Cuadros 1 a 6 con datos detallados (clickear para acceso
directo >>>>>>>>>>>>>
)
